Por: Daniel Scarafia, Vicepresidente para América Latina y el Caribe Hitachi Vantara
El liderazgo empresarial es un factor clave y prioritario en el empuje y desarrollo de las organizaciones, ya que sólo un verdadero líder tiene la capacidad de posicionar un objetivo en común, y sabe cómo motivar a su equipo para que pueda alcanzarlo.
Esto es fundamental en industrias como la de Tecnologías de la Información, puesto que lidera y anticipa muchos de los cambios que impactan al mundo, países, sociedades y sectores productivos de la economía global. En el ADN de la innovación tecnológica encontramos el empuje, necesidad y voluntad de evolucionar.
El Barómetro de Confianza de Edelman entrega un dato relevante, y es que las empresas se mantienen como una de las pocas instituciones aún percibidas como competentes y éticas. Lo que conlleva un enorme capital social para los líderes de estas organizaciones, también es una responsabilidad, ya que para cultivar esa confianza se deben establecer relaciones virtuosas.
¿Pero, cómo logramos atraer estos talentos para hacer crecer a las organizaciones?
Aquí juegan un papel fundamental el Propósito y los Valores corporativos. Saber comunicarlos y ponerlos en práctica de la mejor manera, como ejes articuladores y de alineamiento desde el centro de las organizaciones; puede marcar la diferencia y capturar la atención de aquellas personas que tienen las capacidades para ejercer liderazgos que generen y potencien la valoración interna y externa de las empresas.
Activar el Propósito de la organización, con vocación de convocar el apoyo e involucramiento de nuevos y existentes liderazgos, depende de 4 pilares:
1.- Alinear el liderazgo en torno al Propósito de la organización.
2.- Involucrar a los colaboradores en su viaje de Propósito.
3.- Incorporar el Propósito en la experiencia del cliente.
4.- Anclar la estrategia corporativa al Propósito.
En cuanto al rol de los Valores corporativos, estos juegan un papel fundamental en el involucramiento y motivación de liderazgos. Los mejores profesionales se sienten atraídos por una organización que comparta sus valores personales. Por esto, es fundamental promover de manera permanente la ética de la empresa, que podría alinearse desde la entrega de un mejor servicio al consumidor hasta mejoras sociales, por mencionar algunos ejemplos.
Transmitir los mensajes clave de lo que la cultura corporativa promueve como valores debiera ser una misión constante e inclaudicable, así como comunicar la imagen de marca y las oportunidades que la empresa ofrece, de manera coherente y alineada con esos valores.
Para atraer líderes es importante comprender lo que les motiva e inspira para aportar en una organización. Porque un líder es alguien que posee la visión de cómo mejorar las cosas a su alrededor e impulsar a sus equipos hacia ese objetivo. Asimismo, pueden trabajar para hacer realidad la planificación poniendo a las personas primero.
El liderazgo empresarial debe estar encaminado a lograr el crecimiento de las compañías en un futuro no muy lejano. Por ello, hay que establecer una estrategia realista y atractiva que logre motivar a los equipos. Cualquiera sea su forma de articular, el líder debe establecer prioridades, analizar los resultados que se van obteniendo durante el proceso, y medir los logros en el plazo establecido.
Parte importante del desafío pasa por comunicar de manera efectiva, compartir y asegurar la puesta en práctica del Propósito y los Valores corporativos, como ejes centrales que definen el ADN de nuestras organizaciones.
Sólo así lograremos atraer e involucrar de manera sostenible a personas con capacidad de liderazgo, para evolucionar hacia empresas centradas en la innovación tecnológica basada en datos digitales, que promuevan y generen el bienestar de las sociedades en que se insertan.
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